miércoles, 11 de mayo de 2011
LOS CEBOS NATURALESCON LOS QUE SE PUEDE PESCAR
Asticot: Es la larva de la mosca de la carne. Prohibido en la mayoría de las comunidades autónomas, principalmente para la pesca de salmónidos. Es uno de los cebos más utilizados en los embalses, sobre todo en la pesca de minitallas al cup, a la bolognesa y a la inglesa aunque su uso en el mar cada vez está más generalizado. Sueltos o mezclados con engodo, resultan excelentes para el cebado. De una gran movilidad habrá que mantenerlo refrigerado en un lecho de serrín o de harina de maíz o nos exponemos a que en unas horas pasen al estado de crisálida y lo que es peor, que se conviertan en moscas. Se pueden colorear mezclando el serrín con aditivos. Los anzuelos a utilizar no deben sobrepasar el núm. 12. El anzuelado debe hacerse con mucho cuidado y por la cabeza para que no pierdan movilidad y para evitar su muerte prematura. En el estado de crisálida son un buen complemento para "cócteles" con maíz o habas.
Babosas: Uno de los mejores cebos para ciprínidos a la pasada, en especial para el cacho. Debido a su peso no es necesario complementarlo con plomos, con lo que, además, evitaremos muchos enganches. Para su conservación bastará con una caja ventilada con fondo de papel de periódico o tierra y alimentadas con verduras e hierba. Si queremos un engorde rápido, ponerlas en un melón con varios agujeros el día anterior a la jornada de pesca. Deberemos utilizar anzuelos en consonancia con el tamaño de las babosas, del 6 en adelante y cubriéndolo por completo.
Boilies y pellets: Son bolas o tacos de harinas, endurecidas y de dificil disolución, con las que evitaremos la perdida del cebo por las continuas picadas de los minitallas. Podemos encontrar infinidad de tamaños, sabores, olores y colores. Utilizados principalmente para la pesca de la carpa, su forma habitual de montaje es en aparejo "air", con una, dos o incluso tres bolas. Como con las masillas, cada pescador tiene sus "manías" y se fabrican los boilies con las más variadas mezclas, aunque, para los principiantes, lo mejor es comprarlas, pues existe una amplia oferta en las tiendas de pesca. Existen boilies para fondo y para superficie (flotantes).
Camarón de río: Se localiza en las caidas de las pequeñas presas, en los fondos pedregosos de aguas tranquilas y entre la vegetación. Es un buen cebo para el barbo, la boga y la trucha. A fondo corrido y a la pasada con flotador, anzuelándolos por la parte de la cola.
Cangrejo de río: Se utiliza únicamente su cola, cruda o previamente cocida y pelada y es el mejor cebo para la pesca del barbo, especialmente el comizo. Se pincha el anzuelo totalmente, dejando ver simplemente unos milímetros del arponcillo y si es demasiado blanda o nos hemos pasado en el proceso de cocción, se puede asegurar con unas cuantas vueltas de hilo de lycra.
Engodos: No son cebos en sí, son mezclas de harinas vegetales y animales utilizadas para el cebado de las aguas. Las hay de diferentes tipos dependiendo de la especie y del escenario donde vayamos a pescar. Se suelen utilizar combinadas con aromas atrayentes, maiz o gusanos. Es importante a la hora de utilizar un engodo su correcta elección. Su consistencia y el grosor del grano, dependerá de la profundidad de pesca y de la rapidez que queramos que se rompan las bolas que formaremos para el cebado.
Maíz dulce y legumbres cocidas (judía, garbanzo, guisante, etc.): Económicos y sencillos de conseguir en cualquier tienda de alimentación, el maíz y las legumbres son unos de los cebos tradicionales para la pesca de ciprínidos y que depara grandes capturas. Se pueden montar 2 ó 3 granos en un anzuelo de medio tamaño. Si pretendemos pescar con anzuelos grandes, podemos montar un aparejo "air".
Lombriz de tierra: El cebo más utilizado para la mayoría de las especies. La lombriz de tierra es de un color marrón-rojizo y tiene un cuerpo cilíndrico ahusado y segmentado, llegando a medir hasta 30 cm . de largo. Presenta diminutas cerdas llamadas sedas. Tanto la trucha, como el barbo, la carpa, el cacho, anguila, minitallas, lucio, black bass, reo y el salmón, encuentran irresistible a este anélido. Formando un "coctel" con una quisquilla, es el cebo más utilizado y efectivo para la pesca del salmón. No hay una forma específica para el anzuelado de la lombriz, lo único que hay que tener en cuenta, es que hay que dejar una parte lo suficientemente larga de la lombriz libre, sin anzuelar, para que los movimientos de la misma ayuden para llamar la antención de los peces.
Pan: Múltiples son las formas de pescar que se pueden utilizar con el pan. Cualquiera de sus variedades pueden dar buenos resultados, ya sea pan tradicional, de molde o francés. Para la pesca con flotador de carpines, bogas u otros peces de pequeño tamaño, se suelen utilizar pequeños trozos de miga o bolitas amasadas. Para la pesca de ciprínidos de gran tamaño como las tencas, carpas o barbos, se utilizan bolas de pan amasado con agua de 3 ó 4 cm . de diámetro, bien solo o mezclado con aditivos y aceites olorosos. Para la carpa, en las últimas horas de la tarde, cuando se acercan a los cañizos a buscar comida, un trozo de pan de 1 a 4 cm ., a flote es infalible. Cuando utilicemos el pan amasado, deberemos dejar la punta del anzuelo fuera del cebo para facilitar la clavada. El pan francés es uno de los mejores cebos para la boga y su presentación es en una barra, parecida al pan de molde pero más duro. Deberemos prepararlo el día anterior a la pesca, sumergiendo en un cubo de agua la cantidad de pan que calculemos que vayamos a utilizar al día siguiente y, cuando esté bien empapado, lo envolveremos en un trapo húmedo, presionando con las manos hasta aplastarlo totalmente, haciendo que se expulse todo el agua sobrante. Lo dejaremos envuelto dentro de ese mismo trapo hasta su utilización.
Patata cocida: El "cebo de toda la vida" para la carpa. Cocer las patatas aproximadamente de 12 a 15 minutos, que no queden excesivamente blandas. Preferiblemente se utilizan para la pesca a fondo, cortada en dados o bolas de 2 o 3 centímetros . Para anzuelarla, se perfora con una aguja y se ensarta el sedal por el agujero introduciendo el anzuelo por la pata hasta que haga tope, dejando la punta fuera.
Pez vivo: Utilizado para grandes depredadores como el lucio, el siluro y, en menor medida y donde la normativa de pesca lo permite, para el black blass. Por regla general, sólo se permite la pesca con truchas arcoiris de piscifactoría, con alburnos y con carpas, esta última para el siluro. Efectivo tanto a fondo como con flotador a la deriva. El anzuelado se realiza normalmente cerca de la aleta dorsal, para permitir el libre movimiento del cebo y, a veces, se puede complementar con otro anzuelo en la parte de la cola.
Saltamontes y escarabajos: Válidos para todas las especies, especialmente para los depredadores. Su utilización suele se en superficie, que es la forma natural en la que los encuentran los peces, a fondo no suelen ser tan efectivos. Los de gran tamaño pueden atraer incluso a los lucios. Su anzuelado no presenta problemas ya que, al tener el cuerpo muy duro, se mantienen mucho tiempo en el anzuelo. Un sistema muy utilizado para llegar a grandes distancias es por medio de un buldó grande, de 20-
En España hay unas 8 subespecies de barbo:
- Barbo cabecicorto (Barbus microcephalus, Almaça)
- Barbo comizo o comiza (Barbus comiza, Steindachner)
- Barbo común (Barbus bocagei, Steindachner)
- Barbo colirojo (Barbus haasi), Mertens, endémica de la península ibérica.
- Barbo de graells (Barbus graellsii, Steindachner), endémica de la península ibérica.
- Barbo gitano (Barbus sclateri), Gunther, endémica de la península ibérica.
- Barbo mediterráneo (Barbus guiraonis, Steindachner), endémica de la península ibérica.
- Barbo de montaña (Barbus meridionalis, Risso)
Son peces cuyo número se encuentra en clara y rápida disminución. Habiendo sido muy abundantes antaño, la competencia con especies agresivas predadoras o competidoras introducidas, especialmente en el curso medio de los ríos, ha provocado su desaparición en gran parte de su hábitat. Es apreciado por los pescadores recreativos. La introducción de especies como el siluro ha provocado su total desaparición en el cauce medio del Ebro produciendo un cambio en la ecología del río en forma de un gran desarrollo en la cantidad de vegetación acuatica, sargazos y algas.
El barbo, es un pez de río, con numerosas especies endémicas de la Península Ibérica. Es comestible pero sin valor culinario, puede alcanzar hasta alrededor de 60 cm de longitud. Barbus vulgaris recibe este nombre por los 4 bigotes, barbas o barbillones carnosos que le salen del labio superior.
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